01 Jul El mar no olvida
Hay pequeñas historias que le dan verdadera dimensión humana a las grandes historias que nos han marcado. Aquí les compartimos una linda memoria que ha recuperado nuestro amigo David Dau en conmemoración a 38 años del hundimiento del ARA General Belgrano.
Gracias David por el recuerdo y la valoración de aquella historia.
“Viene al caso contarles algo que muchos no saben, el Ingeniero Manuel Menéndez, mi gran amigo de años, creador y dueño de las embarcaciones BIM, fue quien fabricó para la Armada Argentina las balsas salvavidas auto inflables color naranja que se ven en la foto, las que permitieron sobrevivir a 770 personas en grandes olas y aguas heladas, de los «1093» héroes que estaban a bordo.
Años después, el propio comandante Héctor Bonzo, quien tenía a cargo y tripulaba el ARA General Belgrano el día del ataque en dudosas aguas fuera del conflicto, escribió un libro llamado «1093» Tripulantes.
Ninguna balsa falló ni se hundió, por eso posa en la foto Manuel, orgulloso con el libro en su mano, que el mismísimo Capitán de Navío le obsequió, dejando su dedicatoria enormemente agradecido por la calidad y perfecta fabricación de las balsas que diseño antes que naciera la empresa BIM, las cuales le salvaron la vida a él y a los 769 marinos restantes que pudieron abordarlas.
Es increíble el destino, yo conocí al astillero BIM a mis 20 años, llegué buscando un buen bote para pescar en el mar, y años después terminé junto a ellos trabajando en recomendar a sus clientes la forma correcta de armarlos y las motorizaciones adecuadas para cada modelo, para cruzar rompientes, o navegación de placer, y publicitando en varias revistas del medio y programas de TV sus inmejorables embarcaciones, que hoy dotan a la Marina, Prefectura y Policía Argentina.
Sin dudas, gracias a mi BIM, su construcción y capacidad de flotación, pude además de pescar siempre seguro, rescatar a 33 pescadores de la muerte, situación que no hubiese podido efectuar con otro tipo de embarcación rígida, me hubiera hundido al asistirlos en esas olas.
Es un orgullo para todos los argentinos, contar con este tipo de personas, gente de trabajo, muy humilde y de una formación y capacidad profesional admirable, por eso en agradecimiento a mi viejo amigo el «Técnico Naval» e «Ingeniero Químico» Manuel, hacer saber a todos que fue un «héroe más», de esas personas que «desde el anonimato», trabajaron para que en este caso, 770 tripulantes del ARA General Belgrano salven su vida, abordando las perfectas balsas de su creación.
Sin ellas, el resultado final de víctimas en el ataque más contundente y demoledor de la guerra de Malvinas, hubiese sido tristemente peor.
Mi respeto y admiración a Manuel Menéndez, dueño del Astillero BIM.”