17 Dic ¿Cuáles son las ventajas de un semirrígido?
Aptos para todo terreno, y toda disciplina, los “semi” siguen siendo la mejor alternativa para el mar, el lago, el río, buceo, pesca, auxiliar, travesía, esquí, rescate y, para los que quieran despuntar el vicio, alguna que otra regata.

Los orígenes del gomón se remontan a la Segunda Guerra Mundial. Pontones inflables de formas poco marineras oficiaban de “puentes” flotantes de emergencia, acondicionados con planchadas metálicas en su parte superior y uniendo más rutas destruidas sobre ríos por los avatares bélicos de esa época. De esa forma, las tropas seguían adelante.
De esos oscuros pontones, surgieron los primeros botes, muy parecidos a los que hoy en día conocemos. Con asombrosa rapidez, y gracias a sus cualidades prácticas y seguras, los botes neumáticos proliferaron en todo el mundo. Importantes firmas ofrecieron al mercado infinidad de modelos, esloras, colores, prestaciones y potencias.
Todos poseían las mismas características: fácil transporte – pues se podían plegar, sin necesidad de trailer-, livianos, flotabilidad excelente – pontones estancos independientes – apto para navegar en cualquier lugar y bajo las más diversas condiciones, auxiliar de embarcaciones mayores, relativo mantenimiento, utilizable en todas las disciplinas náuticas, (esquí, buceo, pesca, rescate, etc.), varias potencias admisibles, buena autonomía, etc. Tantos beneficios son los que han llevado a miles de usuarios a emplear los botes semirrígidos.
Algunos nautas sostienen que los gomones no son embarcaciones, sino flotadores potenciados que no poseen cualidades marineras, tema polémico de larga data entre quienes confían en un fondo en “V” tradicional en plástico y no una embarcación neumática.
Fue precisamente esa opinión dividida la que hace unos treinta años motivó, tanto en Europa como en Estados Unidos, a experimentar sobre los botes de goma una alternativa distinta.
Nacieron así los primeros semirrígidos: fondo y espejo de plástico reforzado con fibra de vidrio y en los costados, oficiando de borda, los pontones de una embarcación neumática. Luego de un corto periodo de adaptación, los semirrígidos se adueñaron del mercado, renovando en más de un 85% el mundo de los gomones.
Las primeras embarcaciones semirrígidas de Argentina datan del año 1983, modelos experimentales usados en rescate y en competición. Y quizás el boom de los semirrígidos data desde los años 90, y aún hoy sigue manteniendo una importante demanda. (Nota del editor: Astillero BIM fue pionero en Argentina fabricando embarcaciones neumáticas desde 1969)
Quizás, a esta altura de la nota, quien desconoce el tema se preguntará ¿cuál es la diferencia, aparte de la estética, entre un bote neumático y un semirrígido?
Las enumeramos:
1.- Mejor navegación, pues el bote se comporta como un fondo en “V”, cortando las olas y navegando con más personalidad.
2.- Mayor puntal, como consecuencia mayor seguridad y menos salpicaduras en aguas agitadas.
3.- Mejor salida y mejor planeo. Además, en velocidad, los tubos no tocan el agua, con menor arrastre de agua.
4.- Menor consumo (entre 30 y 50% de acuerdo al equipamiento y motorización).
5.- Por el ítem anterior mayor autonomía.
6.- Menor mantenimiento, menores gastos de reparaciones.
7.- Más espacio interior.
8.- Más alternativas de accesorios (tambuchos y guanteras, butacas fijas, giratorias, consolas, arcos, etc.).
También enumeramos las desventajas: la embarcación no se podrá plegar más y deberá ser acarreada mediante trailer.
Hoy el mercado nacional ofrece importantes alternativas, nada envidiables al mejor bote importado.
Si desea mayor información sobre las cualidades y características de esta embarcación, los invitamos a contactarse con Astillero BIM, quienes conocen a la perfección las bondades de los semirrígidos.
Fuente: Revista Iniciar
Artículo recuperado de internet.